La Comunidad de Piritu nos recibe con el Niño Jesús en este octavo día de nuestros parrandones. Hoy reflexionamos sobre el derecho a tener unos servicios públicos básicos.
Lectura
bíblica: Jn
4, 1-8
Los fariseos se enteraron de que Jesús tenía
más discípulos y bautizaba más que Juan; si bien eran sus discípulos los que
bautizaban, no él personalmente. Cuando Jesús lo supo, abandonó Judea y se
dirigió de nuevo a Galilea. Tenía que atravesar Samaría. Llegó a un pueblo de
Samaría llamado Sicar, cerca del terreno que Jacob dio a su hijo José. Allí se
encuentra el pozo de Jacob. Jesús, cansado del camino, se sentó tranquilamente
junto al pozo. Era mediodía. Una mujer de Samaría llegó a sacar agua. Jesús le dice: —Dame de beber. Los discípulos habían ido al
pueblo a comprar comida.
Para la
reflexión:
·
¿Cuáles son nuestros servicios básicos y cómo
son atendidos?
·
¿Cómo soñamos una comunidad donde los
servicios básicos sean de calidad?
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