La
declaración del XXV Capítulo General “Testigos y mensajeros de la alegría del
Evangelio”, “Somos Misioneros” (MS), nos propuso seis rasgos, que como
dones, configuran nuestra identidad carismática en el presente de nuestra
caminada vocacional, comunitaria y misionera, pidiéndonos que los recibamos no
solo para conservarlos, sino profundizándolos y desarrollándolos en la acción
siempre nueva y creadora que nos da el Espíritu (MS 37). Por ello, durante este triduo de preparación a la fiesta de
San Antonio María Claret, profundizaremos en estos rasgos, tratando de
descubrir la manera en la que los estamos haciendo vida en nuestras
experiencias comunitarias y misioneras y cómo podemos compartir con otros la
herencia recibida. Reflexionaremos cada
día dos rasgos de nuestra espiritualidad.
Se sugiere que pueda hacerse en comunidad uno en la oración de laudes en
la mañana y otro en la oración de vísperas o completas de la noche. Igualmente se puede adaptar para presentar en
nuestros centros misioneros o en las celebraciones que realicemos con los
agentes pastorales con quienes compartimos nuestra vida y misión.
1. MISIONEROS “CON ESPÍRITU”
Monición inicial:
El XXV Capítulo General “Somos Misioneros” nos dice: “Hemos sido agraciados con una espiritualidad peculiar, heredada de san
Antonio María Claret y nuestra rica tradición.
Como Hijos del Inmaculado Corazón de María, estamos llamados a ser
hombres abiertos al Espíritu, conducidos por Él y siempre dóciles a sus
mociones: hombres que arden en caridad” (MS
39). Por ello, al iniciar este
triduo al padre Claret, queremos renovar nuestro espíritu misionero con la
llama que encendió en Claret el seguimiento de Jesús y en el amor solidario a
nuestros hermanos.
Lectura Bíblica: Rom 5,
5
“Y la
esperanza no quedará defraudada, porque el amor de Dios ha sido derramado en
nuestro corazón por el don del Espíritu
Santo”
Lectura Claretiana
“El Señor me dijo a mí y a todos estos Misioneros
compañeros míos: No sois vosotros
quienes habláis, sino el Espíritu de vuestro Padre (y de
vuestra Madre), el cual habla por vosotros. Por
manera que cada uno de nosotros podrá decir: El Espíritu del Señor reposó sobre
mí; por lo que me ha consagrado con su unción divina y me ha enviado a
evangelizar o dar buenas nuevas a los pobres, a curar a los que tienen el
corazón contrito”(Aut. 687)
Para la reflexión personal
y comunitaria
-
¿Cómo estamos viviendo el rasgo de ser Misioneros “con
Espíritu” en nuestra experiencia comunitaria y apostólica?
Intención: Ten presente en este primer día a un claretiano
de la provincia por el cual demos gracias a Dios por vivir en fidelidad vocacional
este rasgo de nuestra identidad.
Preces
Conscientes de nuestra fragilidad, pedimos a Dios que nos infunda la fuerza
del Espíritu y decimos: Dios de amor, ayúdanos a ser Misioneros con
Espíritu
-
Por los que se han sentido llamados desde nuestro
testimonio a compartir la experiencia de nuestra vida y misión, para que en
fidelidad se configuren con nuestro espíritu misionero. R/ Dios de amor, ayúdanos a ser Misioneros con
Espíritu
-
Por los Misioneros que se encuentran en dificultades
vocacionales, para que la fuerza del Espíritu los reanime en su camino. R/ Dios de amor, ayúdanos a ser Misioneros con
Espíritu
-
Por todos los miembros de la Familia Claretiana, para que
compartiendo juntos el espíritu misionero podamos testimoniar la alegría del
Evangelio. R/ Dios de amor, ayúdanos a ser Misioneros
con Espíritu
Oración Final
Como Claret pidamos la fuerza del Espíritu para seguir creciendo en nuestra
experiencia de vida misionera:
Espíritu Santo, fuerza
creadora de Dios Padre y ternura amorosa de Jesús: Queremos mantener encendido
el fuego del amor a Dios y a los hermanos, para ser MISIONEROS CON ESPÍRITU que irradiemos con nuestra vida y
testimonio la alegría de la Buena Nueva del Reino. Amén.
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