Nuestro octavo día de los Parrandones Navideños en Petare, hoy 13 de Diciembre, contó con la animación alegre de la comunidad cristiana de Chiquinquirá. Reflexionamos en torno al valor del AMOR.
Aprender a ser
persona es una tarea que debemos aprender en familia. Es en la familia donde aprendemos los valores
más importantes que nos hacen personas.
Vivir con dignidad, respetar al otro, amar con gratuidad, es algo que
experimentamos y aprendemos en familia. La
familia es semillero donde se hace una persona amable. Jesús va a nacer en el seno de una familia
que le brindará el amor que le ayudará a ser persona. De esa familia Jesús aprenderá los valores y
actitudes que anunciará como buena noticia de vida y salvación para todos.
Jesús todavía no ha
nacido y a pesar de las dificultades que viven María y José ya experimenta el
amor de ellos, que cuidan y preparan su llegada. A Jesús su familia lo ama, lo protege, lo
cuida. María y José quieren que su hijo
crezca y cumpla su proyecto y por ello le brindan su amor y cariño desde antes
de nacer. Hay factores humanos que, a
veces, no nos dejan vivir con amor, vivimos en un mundo que ha olvidado el amor
como algo esencial para nuestra realización humana. Debemos preguntarnos en familia y en
comunidad cómo está nuestro amor: aman los padres a los hijos y los hijos a los
padres, nos amamos entre hermanos, amamos a nuestros vecinos… Jesús nos enseñará que el amor es lo esencial
en nuestra manera de creer en Dios y que la principal ley es el amor a Dios, al prójimo y a nosotros mismos. La familia y la comunidad cristiana debe ser el
lugar donde se forma la persona con grandes dosis de amor y testimonio.
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