Las comunidades cristianas de Petare han visto nacer las
casas formativas Nazaret y Emaús de los Misioneros Claretianos de Venezuela en
estos sectores populares, ellas han sido testigos del fraguar de muchos jóvenes
venezolanos venidos de cada rincón del País durante más de 15 años de
experiencia formativa de inserción, pero también han visto desaparecer dichas
experiencias. Entre las diversas experiencias, sin duda la Comunidad de María
Auxiliadora sobre sale sin duda, comunidad floreciente algunos años atrás,
punta de lanza en las experiencias bíblicas, juveniles y de catequesis, entre
sus miembros llegan a afirmar que las comunidades cercanas son hijas de ella. Sin
embargo, aquellos años gloriosos han cesado, hoy por hoy son una modesta
comunidad, la cual camina poco a poco y hombro a hombro con los Misioneros
Claretianos. De todo ello, la señora Juana Peña se encargó de traerlo a nuestra
memoria y así poder explicar el caminar de la comunidad.
La naturaleza nos regaló una noche fría y seca, muy propia
por estos días en Petare. Desde las 6 de la tarde se fue congregando la gente alrededor
del Colegio Kennedy de Barrio Bolívar, los niños y jóvenes como siempre han
sido los primeros en llegar, en el ambiente se respira fiesta, podríamos decir
que por partida doble, estamos en Navidad pero sobre todo hoy es viernes en el
Barrio.
Salimos pasadas las 6:30 de la tarde, al son del cuatro
tambora y panderos encendimos la parranda, camino de la comunidad María
auxiliadora, como cada día el niño presidia nuestra marcha por el barrio, en el
camino fuimos encontrando mucha gente que nos acompañaba desde las ventanas de
sus casas y algunas hasta se sumaron a la marcha.
Nos recibió una casa de la comunidad engalanada con el
pesebre y las luces navideñas, la casa se nos hizo pequeña y muchos niños
tuvieron que quedarse fuera situación que no fue problema para las señoras de
la misma, María Moscote nos recibió con mucha alegría y haciéndonos saber que
la casa de la comunidad aunque pequeña físicamente, tiene un corazón enorme en
el cual cabemos todas las demás comunidades.
Entre parranda y parranda la señora Juana fue explicándonos el
tema de nuestra novena, ¿Por qué será tan difícil cambiar? Se preguntaba. Muchas
veces hemos tenido la posibilidad de cambiar, el Señor siempre está llamado a
la puerta, sin embargo nos dejamos seducir por el individualismo o simplemente
por “flojera” termínanos teniendo corazones de piedra, nos decía.
Dimos todos Gracias a Dios por la vida de muchos claretianos
que han pasado por Petare, muchos de ellos han ayudado en nuestro camino de
construcción de la comunidad, cada uno desde sus propias inquietudes y algunos hasta
desde sus propias sombras.
Sí, es difícil cambiar pero si se quiere y nos ponemos en
camino podremos un día contar como la comunidad cristiana de María Auxiliadora
con alegría y orgullo que lo bonito está en hacer fraternidad y reconocernos
todos desde nuestras diferencias.
Alirio Osorio CMF
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