He
tenido la bendición de poder ir de Misión al Delta Amacuro. Era un sueño que
tenía pendiente. Quiero iniciar agradeciendo por su gran hospitalidad y obra
misionera a la comunidad Claretiana de El Triunfo, que en un gran esfuerzo y
amor por la misión, buscan por todos los medios atender a las diferentes
comunidades cristianas y poblaciones a lo extenso del municipio de Casacoima en
sus distintas necesidades. Tuve la oportunidad de compartir vida y experiencia
de Dios con tres comunidades de las que conservo gratos recuerdos: Piacoa,
Varadero de yaya y Los Caratales.
Huele
a Claret en cada una de estas comunidades, hay huellas de buenos Claretianos
que han pasado por ellas y se han quedado en la memoria; hay nombres,
anécdotas, historias y añoranzas de Claretianos que salen del baúl de los
recuerdos de los habitantes de estas tierras cuando uno llega, que agitan el
corazón y hacen sentir a esta tierra sagrada, don de Dios para cada Claretiano
que tenga la dicha de estar en ella.
Hay
que seguir rogando al dueño de la mies para que siga enviando obreros. Es mucho
el trabajo en esta zona de nuestra provincia, pero es notable el trabajo
realizado, los procesos de antiguos Claretianos y de los hermanos que
actualmente acompañan y dinamizan en misión compartida la tarea Evangelizadora.
Las comunidades cristianas son de admirar, han resistido todo tipo de
dificultades, sociales, económicas e incluso la falta de personal permanente en
algunas que en otrora gozaron de ello, todo esto debido a los procesos que en
misión compartida generaron una fe sólida en el seguimiento de Jesucristo y una
identidad claretiana profunda.
En
compañía de Jhon Jairo Flórez y Ander Chaverra, acompañamos a las comunidades desde
la lectura orante de la Palabra, celebraciones de la palabra, música de
acompañamiento en las Eucaristías y catequesis, pero sobre todo, acompañamos la
vida de la gente y ellos acompañaron la nuestra con su hospitalidad y
generosidad. Adoramos, caminamos y acompañamos. Por último, resalto la
excelente experiencia de compartir también la vida ordinaria de nuestros
hermanos en la casa de misión de El triunfo en un ambiente de acogida sincera.
Víctor Manuel Fontalvo Camargo. CMF.
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