Durante
dos meses en el Delta Amacuro pude vivir y compartir la experiencia de vida con
las comunidades y sus realidades del día a día. Esto me ayudó a comprender y
afianzar una vez más cuál es mi deber y compromiso como misionero.
Hoy las
comunidades de esta región viven en medio de la encrucijada de los grupos
delincuenciales y el olvido estatal, realidad un poco difícil, que solo
conlleva a vivir en la miseria, la violencia y vejámenes de estos grupos al
margen de la ley; sacando provecho de la situación para luego hacer ver otra
realidad muy distinta.
En ese
orden de ideas el gobierno no asume su responsabilidad y la evade culpando a
otros gobiernos vecinos por la ineficiencia y falta de efectividad en su labor
como ente protector de la comunidad.
A pesar
de todo este panorama, nosotros Misioneros Claretianos, estamos firmes en el
trabajo que debemos realizar y las comunidades responden loablemente. Todo esto
fortalece la fe y la esperanza de los pueblos, que a pesar de todas las
adversidades atraviesan en sus vidas siguen creyendo y manteniendo una fe viva
en nuestro Señor Jesucristo y ese es el pilar que nosotros seguiremos
trabajando para que esos dones sigan creciendo y fortaleciéndose.
Ander Chaverra Salas, cmf
Ander Chaverra Salas, cmf
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