El valle de Caracas por estas
fechas no es el mismo, el clima así nos lo hace notar, a pesar del desastre ecológico
del cual somos responsables, aun sigue siendo característico ese susurro de
frio, ese que los venezolanos solemos tipificar con el nombre de Pacheco, el
cual cuenta la leyenda bajaba de Galipán, para estas fechas y así
poder vender sus cultivos de flores, de esta manera Navidad para los caraqueños es sinónimo
de gaitas, parrandones, flores y Pacheco.
Petare, con su mescla de culturas y
tradiciones también se prepara en estas fiestas, y aunque nuestros muy buenos análisis
de la realidad nos permiten sentenciar a la ligera, que aquello es una barriada
invivible, inhumana llega a exclamar algunos! También es capaz de meterle el
pecho a la adversidad, sin duda alguna aquello de los Pobres es la ¡puritica
verdad! Hoy ha sido la mayor expresión de ello, hemos comenzado los Parrandones
Navideños.
Parecía que nuestros análisis eran
verdaderos, 5:30 pm, según lo acordado y nadie se aparecía (por supuesto, una
cosa es nuestra mente occidentalizada y otra cosa es la cultura del Barrio) la
cosa fue, que poco a poco se fueron sumando. Como cachetada a nuestra desesperanza
aquella puerta del Colegio Kennedy se abarroto de muchachos, muchos niños,
muchos jóvenes. También los chamos creen en un barrio mejor. De allí nos
enrolamos cerro a bajo, y entre cantos, gritos y alegría llegamos hasta la
comunidad de María Auxiliadora donde nos esperaban con una Casa de la Comunidad
engalanada. Allí la comunidad nos expreso su sentir, y el modo como ellos
entienden la Fe, puesto que ese a sido el Tema que se nos ha propuesto en esta
Novena.
Luego de cantos, y oraciones
cerramos con una sabrosa ensalada de pollo unos bollitos y papelón. Ya mañana
será otra historia, la de la Comunidad del Metropolitano…
Alirio
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