El conocer Caracas no es sólo salir a las calles e ir a los lugares más emblemáticos como lo es el parque de los próceres o darse una pasada por la casa donde nación Simón Bolívar etc. Es también adentrase en la cultura del venezolano y ver la forma como algunos se saludan en las calles, no todos, ya que hay unos que piensan que es una ciudad insegura y difícil de transitar como todo concepto que se tiene de las mayoría de las grandes capitales de los países.
Hay que reconocer que el viajar en el transporte metro (que por cierto es subterráneo) no es cuestión fácil por la demanda de personal que este tiene. Éste sistema le hace la vida más fácil a las personas que vienen al país por primera vez, también es curioso ver como los usuarios andan en las estaciones de una forma desesperada, no les importa llevarse a cualquiera por delante, por eso hay que tener mucho cuidado al salir o entrar al tren. Caracas y en especial el casco colonial o como se le llamaba antiguamente la ciudad de los techos rojos tiene una particularidad: las direcciones no son como normalmente estamos acostumbrados a conocer en otros países o ciudades en las que nos guiamos por las nomenclatura de los número, en esta ciudad las direcciones se han puestos por nombres de personas que viven o vivían en la esquina o en dicho lugar o que transitaban constantemente esas calles, ahora bien, Caracas por ser tierra de Simón Bolívar, está llena de muchos monumentos que nos recuerdan que estamos en la cuna del Libertador; ésta ciudad además de estar al lado del mar la bordea el imponente cerro del Ávila que es algo muy representativo de Venezuela.
Luís Aníbal Córdoba, cmf.
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