Esta noche aun
siendo inicio de semana el parrandón ha estado bien movido; congregados por el
niño como cada noche nos disponemos a recorrer más lugares y comunidades de
este gran barrio que es Petare, el barrio más grande de Latinoamérica como por
muchos es conocido.
Recibida la imagen
del niño, desplegada la pancarta que nos identifica como la parranda del “Niño
Petareño” salimos hacia la comunidad cristiana de “San Judas Tadeo” en el lugar
conocido como “El Tanque”.
Mientras caminamos
es inevitable seguir mirando a tanta gente que a la orilla del camino bien se
detiene y se dispone a admirar la cantidad de personas que alegremente pasean
por el barrio celebrando que el niño está cada vez más cerca…
Niños y adultos
abren sus puertas y salen a ver que es “lo que pasa”, los rostros de admiración
no se pueden esconder, algunos simplemente se detienen y silenciosos nos ven
pasar, otros aplauden o corean las canciones que vamos cantando (a veces se
pueden ver mover tímidamente algunos labios, como quien inconscientemente se
hace parte de la parranda).
Es realmente
fascinante ver esos rostros, rostros desconocidos que se alegran con el paso de
esta gente emparrandada, son los rostros de aquellos a quienes no llegamos
ordinariamente, los rostros de aquellos a quienes nos debemos, de aquellas
familias enteras a quienes no llegamos de otra manera, justamente esas familias
a quienes hoy queremos decir que Dios a todos nos ama y nos bendice, y por eso
estamos muy alegres “así como cuando ha nacido un niño”
Ya estando en San
Judas y entre las tantas parrandas y aguinaldos que cantamos, los
niños de la catequesis nos presentan el personaje del día: la estrella, y con
ella nos dicen que Dios quiere constantemente iluminar “lo malo” que
vivimos en el barrio, para que surjan cosas buenas libres de toda maldad y
violencia. Sorpresivamente sale de la casa de la comunidad una torta
con un sentido bastante especial, la han hecho para Aníbal quien está hoy de
cumpleaños, la parranda en pleno al son del cuatro y la tambora le entona
el cumpleaños feliz.
Al final de la
jornada hemos compartido la torta de cumpleaños, una sabrosa ensalada,
refrescos y tizanas, para luego regresar todos a sus casas con la invitación de
salir mañana a llevar el niño a Vista hermosa y el plan… animados
esperamos que llegue la hora de volver a escuchar retumbar la tambora para
entonar nuestras canciones e imaginar cómo sería Jesús, “si la Virgen fuera
Andina y San José de los llanos”…
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