Como parte del acompañamiento pastoral y misionero que
realizamos con las comunidades eclesiales de base en Petare, los Misioneros Claretianos
de la Casa de Formación Emaús y San Bernardino, acompañamos la vida y las celebraciones
de la Semana Santa 2018.
Como nos propusimos en el lema que orientaría esta
experiencia “Pascua: Comunidades de Fe y Esperanza para el Pueblo”, y luego de
la preparación previa hecha en las comunidades durante el tiempo de Cuaresma,
nos dispusimos a compartir durante esta semana en los sectores que acompañamos,
realizando las actividades celebrativas, visitas a familias y enfermos y
acompañamiento a los niños y jóvenes en la preparación con ellos a la Pascua.
Domingo de Ramos
Para dar inicio a la celebración de la Semana Santa las
comunidades de la parte alta (Vista Hermosa Parte Alta, Vista Hermosa Parte
Baja y Julián Blanco) se unieron a la procesión de ramos como entrada de Jesús
a nuestras comunidades, concluyendo la celebración en la capilla de la
comunidad de Vista Hermosa Parte Baja.
Las comunidades de María Auxiliadora, Metropolitano y Piritu por su
parte se encontraron y realizaron en conjunto la procesión de ramos y la
celebración en la cancha cercana de la comunidad de Chiquinquirá.
La comunidad de San Judas Tadeo hizo en su propio sector la procesión de
ramos iniciando en La Paz y concluyendo con la celebración en la capilla.
Lunes y Martes Santo
Según la planeación estos dos días se dedicaría a realizar cuatro
actividades concretas:
Celebración de la Pascua infantil con los niños y
niñas de las comunidades, principalmente de los grupos de catequesis que se
acompañan en cada comunidad, concentrados en dos puntos de encuentro (Julián
Blanco y Chiquinquirá)
Encuentro con jóvenes para la preparación de la
Pascua juvenil: los dos días se tuvo este espacio de encuentro en las tardes en
el Colegio presidente Kennedy, compartiendo con los jóvenes temas de
preparación y motivación para celebrar este tiempo.
Visita a familias y enfermos: Algunos de los
estudiantes, en compañía con animadores y personas de las comunidades dedicaron
algunos momentos para hacer visitas a enfermos y familias, para acercarse a las
realidades de dolor tan presentes en algunas y compartir un momento de oración
con ellos y por ellos.
Espacios de preparación y formación de este
tiempo de Semana Santa con las comunidades: Algunos aprovecharon algunas tardes
para realizar en las comunidades un espacio de reflexión y preparación con los
adultos para la vivencia de este tiempo.
Miércoles Santo
Respondiendo a la fe y devoción que guardan nuestras
comunidades cristianas se realizó como es tradición y experiencia de fe la
procesión del Nazareno. Con las
distintas imágenes de las comunidades se hicieron en particular en cada comunidad
los recorridos en una actitud orante y reflexiva pidiendo por la realidad de
dolor que viven actualmente muchas personas, familias y comunidades y pidiendo
insistentemente por la paz de Venezuela.
Jueves Santo
Igualmente, de manera particular, cada comunidad se dispuso
a la celebración y memoria de la Cena del Señor como parte del inicio del
Triduo Pascual. En todas las comunidades
se hizo el gesto del lavado de los pies como signo de servicio y entrega de
amor que debemos vivir en nuestras experiencias de vida comunitaria.
Viernes Santo
El viernes santo nos congregó a todas las comunidades cristianas
en la realización del viacrucis que tuvo como tema orientador a la experiencia
de Jesús migrante y refugiado, acercándonos desde ella a la realidad de la
migración que viven muchas personas en la Venezuela de hoy. Durante el recorrido fuimos recordando
personas cercanas que han migrado y llevan el peso de la cruz de dejar su
tierra y familias buscando un futuro mejor.
Concluido el viacrucis se concluyó con el rito de la oración universal
propia del viernes santo y la comunión.
Nos acompañó en este momento José Miguel Cambero, quien se unía para
apoyarnos en las celebraciones de estos días.
Sábado Santo
Nuevamente congregadas todas las comunidades en el Colegio
presidente Kennedy nos dispusimos a celebrar la Vigilia Pascual, para recordar el
paso de Jesús de la muerte a la vida y actualizar en nuestra experiencia de vida
y de fe comunitaria la resurrección que se necesita estar siempre
operando. Con la encendida de la fogata,
la escucha de la Palabra, la renovación de nuestro bautismo, el abrazo fraterno
de la paz pascual y el compartir eucarístico, renovamos nuevamente la alegría
de este tiempo de gracia para nuestra experiencia de fe.
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